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Se casaba nuestro hermano y no podíamos pasar desapercibidas, queríamos brillar con luz propia y sin lugar a dudas iba a ser con algo creado por nuestras manos.







     Nuestra primera opción en cuanto al look fue ir las tres del mismo color con alguna diferencia en el vestido, luego modificamos esa opción y nos imaginamos las tres de diferentes colores con el mismo vestido pero compaginando esos colores en nuestros zapatos, pendientes. bolsos, y como no... en nuestros tocados.

 Los pendientes los realizamos totalmente artesanal, con la técnica del soutache con los colores similares a nuestros vestidos, de la tienda Manila en Zaragoza; turquesa para Olivia, Verde agua para Mamen y Buganvilla para Pili. Lástima, sólo os podamos mostrar dos juegos, ya que como anécdota  Olivia, disfruto tanto de la boda que en un baile al son de la música lo debió perder.






Junto a ellos como complementos les añadimos unos clutch de antelina con las caras de diversos colores acordes a la gama elegida.





Y como apuesta final, nuestras pamelas XL; unas alas realizadas con sinamay y teñidas a juego con la combinación de colores. Como complementos una flor en el centro, pluma y un turbante en tono natural de sinamay seda que sería el anfitrión a la hora de desmontar la pamela y convertir nuestro tocado en un turbante en el baile para bailar sin parar hasta que saliese el sol.


    Ir las tres, dentro de la gama cromática elegida fue un acierto a nuestros ojos y la admiración de otros, por supuesto eramos las hermanas del novio y por ello destacamos siendo invitadas perfectas a un día mágico.

   Lorenzo, como ya os dijimos en la entrada de la madrina, lució un traje de Nacho Ruberte, con un chaleco super atrevido que lucío perfectamente siendo un acierto seguro para ser un novio diferente como es el. Nosotras pusimos un granito de arena en ese look además de acompañarle a su elección complementamos su look con unos gemelos totalmente personalizados con la marca de nuestra ganadería.


   La velada fue preciosa, preparamos miles de sorpresas para los novios, desde una charanga para amenizar y quitar nervios en la llegada a la iglesia, a una tractorada con carroza digna de cualquier cabalgata... todo por y para ellos y en especial a él porque millones de veces es un demonio que nos hace enfadar y sacar lo peor de nosotras pero otras tanto es un ángel que te lo comerias a besos sin parar y eso es lo bonito de los hermanos, que por mucho que se enfaden, siempre hay un amor inmenso entre ellos y porque los cuatro juntos compartimos memorias de nuestra infancia  y lo mejor que nos quedan por compartir sueños de adultos.

Ser inmensamente felices, sonreír cada amanecer y soñar despiertos cada segundo de vuestras vidas porque nosotras seguiremos brindando por vuestro amor. ¡VIVA LOS NOVIOS!