Su dueña nos lo puso fácil, le mandamos varias ideas, se decanto por una. De esta presentamos varias formas y colores y nos pusimos mano a la obra; pluma arriba, pluma abajo así salio Cristina.
El aplique lo hicimos similar a un aplique del vestido y ella, que es lo más importante, quedo contentisima.
A nosotras nos encanta. Gracias Cristina, queda pendiente una cerveza.
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