
Nos envió varias imágenes de sus ideas y nosotras le ofrecimos lo que podíamos llegar a crear, le dimos una primera idea, le encanto y ya sólo tuvimos que hacer unos pequeños retoques para lograr el perifollo definitivo, una peina con pedrería de cristal y perlas.
A los días del gran día, nos contó que todo había ido genial, que tanto su mami (pronto subiremos su entrada) como ella, lucieron como solo vosotras sabéis hacer, lo que crean nuestras manos, con luz propia. Lo genial, fue recibir las fotos del gran día que nos quedamos embobadas con lo preciosas que estaban.
María, gracias por tu apuesta, por tu confianza y por todo, nos chifla verte lo preciosa que estabas en tu día y que estas líneas sirvan para desearte toda la felicidad del mundo en esta nueva etapa, que la sonrisa que formaste ese día inunde cada segundo de tu vida y la de Nando, millones de besos y gracias de corazón.